ORTOGRAFÍA Y SEMÁNTICA. BLOQUE 4

INTRODUCCIÓN:

Esta actividad consiste en escoger una actividad de ortografía y otra de semántica, decidir en qué curso de educación primaria se va a poner en práctica, prepararlas y evaluarlas. De esta forma, trabajaremos la interiorización tanto de la ortografía como de la semántica de manera lúdica y didáctica.

La ortografía podría definirse como el conjunto de normas que rigen la representación escrita y el código gráfico de la lengua. Los niños se encuentran muchas dificultades a la hora de pasar del código oral al código escrito, pero esta dificultad aumenta cuando se trata de respetar las particularidades ortográficas de nuestra lengua.

La semántica es  el estudio del significado y la interpretación de los signos lingüísticos. Atiende no solo al significado de las palabras (vocabulario), sino también al significado de frases hechas, expresiones habituales, figuras expresivas relativas al significado (metáforas, metonimias, etc.) y construcciones diversas en un contexto determinado.

Comenzaremos trabajando la ortografía

A la hora de trabajar la ortografía con los niños, debemos tener en cuenta que el niño en un texto escrito, siempre tiene que ver, leer y escribir las palabras correctamente desde el primer momento. No se puede posponer esta tarea hasta el estudio de la ortografía, ya que de esta manera se acostumbra a ver las palabras mal escritas y al final, no sabe cuál es la forma correcta o errónea de escribir la palabra.

Las bases fundamentales para trabajar la ortografía son la atención, la memoria visual y el uso funcional de la ortografía. Pero, como futuros maestros, debemos saber que lo más importante para trabajar cualquier aspecto con un niño es su motivación.  Si el niño no está motivado con el trabajo, no lo va a realizar igual de bien y ni las mismas ganas. Una forma de motivarle es alabarle, aplaudirle y reforzarle positivamente con sus textos escritos. Esto llevará al niño a tratar de superarse.

En los colegios, estamos hartos de ver, sobre todo en la educación primaria, la penalización a los alumnos por una mala ortografía y de esta forma, lo único que consiguen es hacer que el niño se desmotive y odie por completo este aspecto de la lengua.

La actividad que voy a llevar a cabo se llama: “El profesor chiflado”

Esta actividad que he preparado para la interiorización de la ortografía estaría destinada para alumnos de 2º educación primaria.

¿Por qué he elegido esta actividad? Creo que a todos los niños, lo que más les gusta del mundo es ver como su profesor se equivoca y podérselo decir libremente. Además es una actividad que segurísimo que provocará risa entre los niños y como a mí me encanta ver a mi clase feliz en todo momento, esta actividad es la perfecta.

¿En qué consiste la actividad? El profesor distribuirá entre los grupos una serie de frases y les pedirá que las preparen para poderlas leer en voz alta. Grupo a grupo, irá dictando las frases… ¡al profesor! Este, a propósito, cometerá algún error al transcribir las frases en la pizarra. En ese momento, el grupo que se dé cuenta hará sonar una campanilla (o cualquier artilugio que haga ruido y provoque risa). Entre todos tendrán que decidir cuál es el error y decir al “sufrido” profesor cómo corregirlo.

1.      Preparación

Los objetivos generales de la actividad que voy a trabajar en relación al currículo en segundo de educación primaria son los siguientes:

·         Reconocer la utilidad del punto y sus implicaciones en relación con la ortografía.

·         Identificar los signos de interrogación y exclamación y diferenciar las oraciones enunciativas de las interrogativas y exclamativas.

·         Conocer las correspondencias regulares entre sonido y letra: r o rr entre vocales, m antes de p y de b; b antes de consonante; ce-ze, ci-zi, ge-je, gi-ji.

El material que tendré que preparar para la realización de dicha actividad en el aula será: un artilugio que haga ruido y una serie de frases en cartulinas. También tendré en cuenta la utilización de la pizarra y tizas.

Creo que la mejor forma de llevarla a cabo en mi grupo de alumnos es que todos los niños se lo pasen bien y haga participar a todos y cada uno de ellos. Tienen que saber que si se equivocan, NO PASA NADA.

2.      Puesta en práctica

Comenzaré con una evaluación inicial. Primeramente, preguntaré a los niños si saben de qué se trata la actividad: “El profesor chiflado”. Si algún niño de mi clase la conoce y quiere, lo ideal sería que se lo explicase a sus compañeros. Muchas veces si se lo explica un niño lo entienden mejor que si se lo explica la maestra. En caso de que ningún miembro del aula sepa de qué va la actividad, procederé a explicarla de forma clara y concisa.

Por úlimo, dará comienzo la actividad. Todos los niños se mantendrán en silencio mientras un miembro de uno de los grupos lee la frase. Posteriormente entre todo el grupo corregirán al profesor y comenzaran las risas de mis niños. Si el profesor ve algún fallo ortográfico que ningún niño ha corregido, en este caso, se explicará el fallo y el por qué.

3.      Evaluación

Para la evaluación, lo primero que haré es preguntar a los niños qué les ha parecido la actividad: si les ha gustado o no, si se lo han pasado bien o no, si les ha parecido fácil o difícil y por qué… De este modo, evaluaremos sus motivaciones y sus capacidades de cara al planteamiento de futuras actividades.

Posteriormente, preguntaré si hay alguna palabra nueva que hayan aprendido, que pensaran que se escribía de otra forma o que no conocían. Los niños de la clase levantarán la mano y dirán la o las palabras en voz alta uno por uno.

Como maestra de aula, evaluaré los objetivos que me había planteado. Si se han cumplido o no y por qué.

Una vez que haya escuchado lo que dicen todos mis alumnos, finalmente, pasaré a explicarles los objetivos iniciales de la actividad.

A continuación trabajaremos la semántica….

Para trabajar la semántica con los niños, los maestros debemos incidir en el enriquecimiento del léxico de los alumnos. Para ello, desde los primeros cursos de la primaria, donde el alumno tiende a copiar todo al maestro, este debe tener un cuidado con el vocabulario y un empleo apropiado del mismo es el recurso didáctico más eficaz para el aprendizaje del alumno.

El vocabulario activo que poseemos es el que utilizamos como emisores, y el pasivo es el que no utilizamos como emisores pero comprendemos como receptores. En el aula se deben desarrollar ambos.

La actividad que voy a llevar a cabo se llama “Bingo de las palabras”

Esta actividad la trabajaré con la clase de tercero de educación primaria y el objetivo es que los niños de la clase interioricen la semántica.

¿Por qué he seleccionado esta actividad? A todos los niños de este mundo, les encanta jugar en clase. Desde mi punto de vista, la mejor forma de aprender es pasándoselo bien y de esta forma, los niños trabajarán la semántica casi sin darse cuenta.

¿En qué consiste la actividad? cada niño escribe cinco palabras de cinco letras. El maestro escribirá palabras en la pizarra y cada niño tacha las letras, según van saliendo, hasta que uno canta bingo.

1.         Preparación

Los objetivos generales de la actividad que voy a trabajar en relación al currículo en segundo de educación primaria son los siguientes:

·         Utilizar con precisión los términos correspondientes a las nociones aprendidas en los diversos dominios escolares.

·         Utilizar con conocimiento de causa el léxico de las referencias temporales, de la vida cotidiana y del trabajo escolar.

En esta actividad en concreto, el maestro no necesitará preparar ningún tipo de material, únicamente sería recomendable traer pensadas palabras que contengan letras que para los niños sean complicadas ortográficamente (como por ejemplo: la h, la y o ll…) o palabras que nos interesa que los niños interioricen.

Además, se tendrá que tener en cuenta la necesidad del uso de la pizarra y las tizas.

En cuanto a los niños, necesitarán un folio y un lápiz o boli, que normalmente siempre tienen en el aula.

Creo que la mejor forma de llevarla a cabo en mi grupo de alumnos es que todos los niños se lo pasen bien y  educarles en que ganar o perder dar lo mismo, que es un juego un poco de azar.

2.         Puesta en práctica

Comenzaré con una evaluación inicial. Primeramente, preguntaré a los niños si saben de qué se trata la actividad: “Bingo de las palabras”. Si algún niño de mi clase la conoce y quiere, lo ideal sería que se lo explicase a sus compañeros. Para explicar esta actividad se puede ayudar de la pizarra, porque es posible que si no se le haga muy complicado explicarla solo con palabras. Muchas veces si se lo explica un niño lo entienden mejor que si se lo explica la maestra. En caso de que ningún miembro del aula sepa de qué va la actividad, procederé a explicarla de forma clara y concisa.

Por último, dará comienzo la actividad. Todos los niños se mantendrán en silencio mientras la maestra pone la palabra y ellos tachan la letra. Solo se podrá hablar para decir “¡línea!”  “¡bingo!”

3.         Evaluación

Para la evaluación, lo primero que haré es preguntar a los niños qué les ha parecido la actividad: si les ha gustado o no, si se lo han pasado bien o no, si les ha parecido fácil o difícil y por qué… De este modo, evaluaremos sus motivaciones y sus capacidades de cara al planteamiento de futuras actividades.

Posteriormente, preguntaré si hay alguna palabra nueva que hayan aprendido, que pensaran que se escribía de otra forma o que no conocían. Los niños de la clase levantarán la mano y dirán la o las palabras en voz alta uno por uno.

Como maestra de aula, evaluaré los objetivos que me había planteado. Si se han cumplido o no y por qué.

Una vez que haya escuchado lo que dicen todos mis alumnos, finalmente, pasaré a explicarles los objetivos iniciales de la actividad.

BIBLIOGRAFIA

·         Teoría de la asignatura de didáctica de la lengua española.